Salí a revisar el buzón, y no estabas. Entré y volví a salir, nada de tu llegada. Con cada nueva carta mi corazón late, pero se apaga al ver que no es de mi bello amor. La bandera roja se alza de nuevo ¿Será? No, son solo noticias del mundo, pero no del mío. Te extraño, pero prometí paciencia. Aullo tus buenas noches a la blanca Luna que te arrulla en su cuna y que, al igual que yo, vela tu vida nocturna. Descansa y ten un día maravilloso.
Escríbeme, por favor. Mi corazón llora.